A lo que voy... y yo que creía que había empezado con la grabación de los cajones de las canciones (tiene cojones!); pues técnicamente sí, pero no efectivamente. Efectivamente, me ha servido como entrenamiento y avance en la perfilación de los temas, que no es poco, pero como algo enseñable al Maester pues como que no. ¿no conocéis al Maester? Continúa....
Os comento la desmontada referida del post con la Fábula que recoge la conversación mantenida entre el Maester (Emilitros en sí mismo, el que maneja el cotarro en este corral) y el Sr. Bajo (el Emilitros bajista) en referencia a la incorporación de Little Cojín (el Emilitros percusivo de cuajón). Ocurrió tras volver el Sr. Bajo de un periodo de semi-letargo y encontrarse con un singular panorama... sigan leyendo por favor.
Creerme lo que os narro, que en cuanto el Sr. Bajo tuvo la ocasión de dirigirse al Maester, esto fue lo que le dijo, aunque no sé si exactamente con estas palabras, pues quizá mi terminología no manifieste su vehemencia y expresividad, tan concluyente como la oscuridad de la noche: "... y no es que Little Cojín haya malgrabado o maltocado los
La respuesta del Maester no se hizo esperar... "Sr. Bajo, ¿qué necesitas de mi para que conceda tus peticiones?" a lo que el contesto... ¡TIEMPO! A pesar de los intensos recortes que sufre dicha materia prima, tan preciada como etérea y escasa, el Maester optó por la decisión más salomónica: "como me lo has pedido de buenri (Buen Rollo) y yo no quiero líos, para quedar bien contigo te lo concedo, ¡pero no te sobres! Al bueno de Little Cojín le diré que observando su evolución, le daremos la oportunidad de mejorar las grabaciones de acuerdo con la normativa vigente.
Epílogo: que habrá que insistir en ver cómo se le hinca el diente a las canciones para quedarse uno en estado de agradable conformidad... peligroso amigo de las grabaciones que puede convertirlas en auténticos imposibles. Me aferraré a la contundencia y a la simplez como temporales estandartes de apoyo. Total y en-resumiendo, que no te digo ná y te digo tó.
Me guardo algún otro golpe de timón que gastaré en algún post sucesivo. Hastaluego!
PD: mirado el significado de tribulación me quedo con su acepción de adversidad... deshechando la de congoja.
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Tremebunda representación platoniana de los diálogos de la caverna (entiéndase por caverna esa habitación perfectamente equipada en la que residen los arriba nombrados Sr. Bajo, Little Cojín, Boceras, Guitarrinho y Tontainus Varius, acompañados de otros ingenios surtidos). No lo hubiese entendido de no ser por tu explicación el pasado viernes en perfecto román paladino, todo sea dicho.
ResponderEliminarEnhorabuena por la resolución, seguro que el más experto de los cavernícolas arriba figurantes es capaz de poner orden al tinglao
Tremendísimo post. Te has salido, Emilio.
ResponderEliminarSuerrrrte con el cajón de los coj... en fin. :-)
Espectacular
ResponderEliminarMe quedo sin palabras, y mira que te conozco. El día que tengas un hijo, el nene lo va a flipar porque los mundos que tú te imaginas serán tan acojonantes como los suyos...
ResponderEliminarGracias a los resúmenes de MrMora he podido seguir el post mucho mejor y partirme de risa como se merece, para arrancar de pm la jornada laboral.
Un besinho!
Me alegro que os haya molado el post... tan real como imaginario.
ResponderEliminarFuera de razonamientos insólitos, musicalmente le estoy dando con dureza al bajo, en la medida de lo posible. Me van saliendo cosillas y voy acortando distancias al periodo de inactividad que me he tomado con Él. No en vano, para la grabación que me traigo entre manos me apetece grabar el bajo, no un bajo... eso lleva su entrenamiento y preparación. A ver si se puede hacer un buen cimiento.
Gracias por estar ahí, hastaluego!
Joder Emilio, ¡me ha encantado este post! A pesar de no haber estado en las explicaciones de las que hablan Javi y Gerar, creo haber captado todo. Creo, claro, porque ante una personalidad múltiple o múltiples personalidades nunca se sabe del todo... En cualquier caso, a nivel de apodos en colores, léxico, y sobre todo redacción y enfoque, diré como Pily, ¡te has salido!
ResponderEliminarNo sólo no me he enterado de nada de lo que has escrito, querido Emilio, sino que llevo más de media hora intentando publicar un comentario aquí... cagoentó, ¡me vuelvo al pueblo!
ResponderEliminar¡Grande Emilitros!